Te encontré
en la barra de un bar,
con cervezas,
si no whiskies,
todo a la par.
Recuerdo
tus labios pronunciando
que no querías olvidar,
aunque más bien,
recuerdo tus labios
hasta que empezaste a fumar.
Y aun así,
tras el humo,
pude tus ojos observar.
Podría decir
que eran azules,
verdes,
perfectos.
Eran marrones.
Y tristes.
Pero dignos de mencionar.
Y entonces decidí
que iba a ser yo
la mujer
que bebiese contigo
en el siguiente bar.
Qué bonito, Topi, me ha gustado mucho c:
ResponderEliminarAwww Qué bonito! :3
ResponderEliminar¡Qué bonita! Parece que tienes muchísima facilidad para hacer poesía, ojalá se me diera a mí la mitad de bien.
ResponderEliminar¡Besos!
Precioso, ya me gustaría escribir poesía a mí la mitad de bien.
ResponderEliminarTe he nominado a un premio en mi blog, http://bestpeoplealwaysaremad.blogspot.com.es/ , espero que lo aceptes.
Un besazo.