domingo, 21 de agosto de 2016

Segura de más.


Hoy, que es un día cualquiera
me he leído y dado cuenta
de que la última vez que escribí
también fue sobre ti.
Aquella noche volví a casa saltando,
con el corazón gritando.
Ayer noche volví a brillar,
incluso más segura
aunque acabó siendo segura de más.
Pero nuestras manos seguían encajando
y me habrías hecho sonreír hasta llorando
cuando te me quedabas mirando
hasta en las escaleras del supermercado.
Cuánto habría pagado por tener eso
la última vez que escribí a tu persona,
cuando sólo tenía ilusión debida a una canción,
y cuánto daría ahora por borrar
esas horas de felicidad
y así ahorrarme lo que ha sido
chocarme con la cruda realidad.

lunes, 22 de febrero de 2016

Así estoy yo sin ti.

Me encuentro tumbada,
el dolor de cabeza me amenaza,
es un día de "así estoy yo sin ti"
habiéndote visto hace nada.

Voy a tener que preguntar a los grandes,
a quienes primero rasgaron la guitarra,
o a quien hizo la primera rima menos mala,
que cómo sienten amor sin agotar su sangre.

Tengo cada tono de tu voz aferrado a mi almohada,
haciendo las noches quién sabe si amenas o mensajeras
de que no aguantaré sin enredarme entre tus piernas.

Otros gritan y tú recitas,
a veces con ese deje insoportable,
como el que alardea de ser culpable.

Aún no sé si eres la víctima o el causante,
pero, por favor, vuelve a coger la guitarra,
acaba con mi hambre,
sigue tocando el intervalo hasta mañana.