lunes, 22 de febrero de 2016

Así estoy yo sin ti.

Me encuentro tumbada,
el dolor de cabeza me amenaza,
es un día de "así estoy yo sin ti"
habiéndote visto hace nada.

Voy a tener que preguntar a los grandes,
a quienes primero rasgaron la guitarra,
o a quien hizo la primera rima menos mala,
que cómo sienten amor sin agotar su sangre.

Tengo cada tono de tu voz aferrado a mi almohada,
haciendo las noches quién sabe si amenas o mensajeras
de que no aguantaré sin enredarme entre tus piernas.

Otros gritan y tú recitas,
a veces con ese deje insoportable,
como el que alardea de ser culpable.

Aún no sé si eres la víctima o el causante,
pero, por favor, vuelve a coger la guitarra,
acaba con mi hambre,
sigue tocando el intervalo hasta mañana.